Otra excusa más para sonreír, o para que sea más fácil sonreír a lo largo del día, consiste en permanecer activo, o buscar la manera de activarse por las mañanas.
De los momentos más complicados para ir con una sonrisa sincera en la cara a diario es por la mañana, recién levantado y con mucho sueño, por eso, salir a correr por las mañanas, o simplemente levantarse intentando derrochar un poquito más de energía de la necesaria, puede sacar la pereza del cuerpo, aunque sea un poquito, aunque sea de los labios.
Otro de tantos motivos (y todos los que van ya) que no hace falta que sea correr en concreto, cada cual encuentra el suyo como, por ejemplo, poner música y bailar mientras uno se prepara para empezar un nuevo día
Y a ti, ¿qué te hace sonreír?