Retomando (y cerrando) el tema de la semana pasada y abarcando otro concepto:
Gente de felicidad «sospechosa.»
Después de todo lo disertado me queda una pregunta más. ¿Y qué más nos da? Es decir, ha dado para mucha conversación aquello de la sonrisa «difícil de creer.» ¿Por qué le hemos dado tanta importancia? Seguro que habrá miles de respuestas, pero la que las dos que pesan más son incredulidad y envidia.
En cualquiera de esos dos casos lo que vienen a decir esas razones es que nos importa mucho ese tema.
Y añado un pensamiento más. ¿Y si dejamos de preocuparnos por lo irreal o no de la felicidad ajena y procuramos la realidad de la nuestra? No perdamos de vista que es más difícil ser feliz viendo la felicidad ajena que mirando a la propia.
Un comentario en “11 Hilos: Felicidad sospechosa (segunda parte)”