Ver el camino de otras personas, con la brújula apuntando al mismo lugar. Es posible que no lleguemos, pero al menos sabemos en qué dirección queremos caminar. Y recibir esa determinación y entusiasmo por parte de otras personas, desconocidas o no, me inspira a seguir mi camino.
Dicen que, hoy en día, la búsqueda activa de la felicidad es el principal factor que impide la misma. Para mí eso no significa renunciar a ella. Sigue siendo mi objetivo y un elemento de estudio apasionante, pero me basta con saborear estos pequeños motivos que me hacen sonreír para sentirme feliz. Si me siento feliz, soy feliz. Si otros desean, grande y claro y subrallado, «ser feliz», me siento feliz.
Y a ti, ¿qué te hace sonreír?