Solucionar los problemas así, sencillamente, y encontrar por ahí esas soluciones y ya, para remate, que tu coche se lo lleve un tractor (solo imaginarlo, igual que suceda de verdad no te hace sonreír tanto). Estas cosas que se salen de lo cotidiano, que se alejan de lo esperable, suelen ser un motivo para sonreír.
Y a ti, ¿qué te hace sonreír?