Ahora que se acerca la época de calores, el frescor del agua en un día caluroso es una imagen recurrente y agradable, pero hay más, muchísimo más.
No se trata solo de calmar la sed, no se trata solo de calmar el calor, se trata de su forma y su no-forma, se trata de su esencia, se trata de la filosofía del agua a la que se ha recurrido desde antiguo: El fluir, el adaptarse, su forma con el tiempo parado y la que tiene cuando fluye, el ablandar y quebrar la más resistente de las rocas, el abrir en la tierra su paso como río…
El agua tuvo, tiene y tendrá muchas cosas que enseñarnos. Y es que no se trata de ser agua, que ya lo somos, se trata simplemente de ser conscientes de ello.
Y a ti, ¿qué te hace sonreír?