En relación con el hilito del que hablé hace un par de semanas, me saco de la manga este nuevo motivo para sonreír.
Se basa en aquellos juegos infantiles en los que imaginamos propiedades mágicas en objetos habituales, precipicios escarpados justo al borde de la pintura de asfalt blanca que constituye los pasos peatonales, el mal que nos puede causar pisar la baldosa equivocada…
Imaginar cosas que no son en lo que vemos habitualmente le da mas amplitud al mundo, y por eso me hace sonreír.
Y a ti, ¿qué te hace sonreír?
Pues las conversaciones imaginarias! Alimentando mi soledad desde 1986!
Me gustaMe gusta
¡Uy! Yo creo que existen más conversaciones imaginarias de lo que nos creemos. Un día le dedicaré su fotillo (si encuentro la manera de expresarlo =3)
Me gustaMe gusta