A veces es algo mucho más simple que pensamientos o filosofías. Son esas sensaciones agradables y placenteras que hacen que sonreír parezca algo muy fácil o muy simple de conseguir.
Hoy me refiero a la sensación del calor del sol sobre la piel, a la energía térmica corriendo por nuestro cuerpo mientras se nos pone la carne de gallina y todo el vello de punta.
No sería la primera vez que me excuso ante alguien diciendo «perdona, me voy a hacer la fotosíntesis,» sólo para acercarme a un lugar bañado por la luz solar y, por supuesto, sonreír.
Y a ti, ¿qué te hace sonreír?