En ocasiones imagino como ríos mis proyectos, mis decisiones, mis ideas… ríos que viajan desde su nacimiento hasta donde me encuentro hoy para seguir en su desembocadura hacia el mar de los deseos cumplidos. Después imagino los ríos de la gente que me rodea y a la que quiero. Nuestros ríos se mezclan y es inevitable que hagan turbulencias de vez en cuando. Cada vez añado ríos nuevos de gente progresivamente más desapegada a mí, hasta que imagino todo un mundo de ríos de todo el mundo. Unos fluyen hacia arriba, otros hacia abajo, se oponen, chocan… pero de alguna manera u otra todos fluyen, cambian de rumbo, ceden su paso, se hacen hueco.
¿No es acaso increíble como estas corrientes imbricadas unas con otras en un océano infinito simplemente suceden? A mí me lo parece. Entonces sonrío
Y a ti, ¿qué te hace sonreír?