La fuerza que nos mueve a hacer las cosas.
Esos momentos en los que decidimos: «lo hago.» Y ya pueden llover carros y carretas, que nadie nos aparta de nuestra meta. Ese fuego que arde en nuestro interior cuando hemos decidido hacer algo y sabemos que es lo correcto, o lo que queremos hacer.
Ese fuego, esa fuerza que se refleja incluso en los ojos y se puede ver desde fuera, le da un puntito de garra, de sabor, de picante a la vida. Y es especialmente bonito el nacimiento de esa «hoguera» interna, de pronto, repentino… como un chasquido tras el más leve pensamiento, la más leve frase.
¿Cómo no elevar una sonrisa por saber que todos tenemos esa fuerza escondida en algún lugar?
Y a ti, ¿qué te hace sonreír?