Muchas veces buscamos la sonrisa y la felicidad en cosas demasiado complejas, o lejanas en el tiempo, o dependientes de una plenitud global. Esas veces son en las que nos dejamos en el camino el «paso por paso.»
Las cosas fundamentales son la parte más marcada de nuestra cotidianidad. Hagamos pues de ellas un motivo más para sonreír. Disfrutad cada comida. Disfrutad compartiéndola. Disfrutad preparándola o eligiéndola. Disfrutad dándosela a quien la necesita más que nosotros. En definitiva, olvidad por un momento que es algo que damos por hecho y disfrutadla aunque sea la más rutinaria de las comidas.