Hoy va por todos aquellos puntos de anclaje que, aunque realmente sean endebles y no nos aporten seguridad real, nos dan la confianza suficiente como para hacer cosas que nunca haríamos de otra manera.
No se trata del soporte que nos den, sino de lo seguros que nos hagan sentir.
¿Y por qué es un motivo para sonreír si ahora sé que lo que me sostiene probablemente no puede hacerlo? Porque soy consciente de ello y mi mejor anclaje es lo mucho que disfruto y me aporta lo que hago. Podré caerme con todo el equipo… pero ¡qué equipo!
Y a ti, ¿qué te hace sonreír?