Aquellos mensajes que nos dejamos a nosotros mismos, que nos recuerdan lo fuertes que queremos ser cuando nos proponemos una serie de objetivos, una serie de cambios en nuestras vidas, una nueva manera de ser.
Cuando voy a casas ajenas, en habitaciones ajenas, una de las cosas que me encanta ver, que me hace sonreír, es ver esas notas de «voy a ser mejor persona» con checklist del tipo: voy a enfadarme menos; voy a ser agradecido; recuerda sonreír…
A veces, y con esto me refiero a casi siempre, es muy difícil ver el esfuerzo ajeno. Porque nace en sus casas, en sus habitaciones, en su soledad.
Y a ti, ¿qué te hace sonreír?
¿A mí? ¡Mi mejor amigo!
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