Pasear por la calle, tranquilamente y encontrar cosas agradables fuera de contexto. Realmente no están fuera de contexto, simplemente son así (o han sido así siempre). Pero cuando eres nuevo en el sitio, no conoces lo que siempre ha sido así, hay ciertas cosas que sorprenden.
En el ejemplo de hoy, encontrarse con ese tranvía tan cuco, en mitad de una calle enorme, comercial hasta las trancas, atiborrada de gente… Es una fusión entre el pasado y el presente que a veces hace recordar que todo tiene un futuro (mientras siga existiendo) y que, en ocasiones, lo antiguo no está reñido con todo lo nuevo.
Encontrar cosas así, que llaman la atención y que tienen la osadía de persistir y dar un toque característico a lo que lo rodea, es motivo para sentir como poco una pequeña alegría interior y, como no, motivo de sonrisa, por supuesto.
Y a ti, ¿qué te hace sonreír?